Si tu cita está nerviosa, intenta pasar unos minutos hablando con ella. Si sientes que has perdido el tiempo durante tu cita y estás ansioso, pregúntale a tu cita de qué le gustaría hablar. Es mejor hacer preguntas y dedicar unos minutos a hablar con tu cita que pasar demasiado tiempo dando vueltas, intentando encontrar cosas que hacer, como un sitio para comer o lugares que tu cita pueda visitar. Si te pone nervioso hablar con tu cita, intenta relajarte y pídele que se relaje también.
Sé tú mismo: es el mejor consejo para las primeras citas.
Si has intentado controlar cómo actúas y lo que dices a tu cita, es muy probable que hayas acabado nervioso y frustrado porque no sabías cómo abordar a tu cita para lo que querías. Intenta relajarte, ser tú mismo y mostrarte abierto. Si has intentado controlar tus emociones, probablemente has hecho un buen trabajo cerrándote en banda. Tu cita quiere sentirse cómoda en su propia piel, mientras que tú quieres sentirte mejor contigo misma.
Si estás nervioso, intenta recordar que si tu cita reconoce tu nerviosismo, puede que le parezca bien o que lo acepte como parte de lo que eres. Es mejor ser tú mismo que intentar parecer mejor de lo que eres a tus propios ojos. Es mejor ser tú mismo que intentar ser alguien que crees que tu cita quiere que seas.
Conclusión
Alicia Collado en la Sexta habla de que aunque es poco probable que una primera cita se convierta en una relación amorosa para toda la vida, es importante poder ir a ella con la cabeza bien alta, y la mejor forma de hacerlo es estar preparado.
Hay algunas cosas que no debes hacer antes de tu primera cita y que te ayudarán a sentirte más seguro de ti mismo, y otras que sí debes hacer y que te ayudarán a relajarte y a disfrutar de la cita. Recuerda que, hagas lo que hagas, acabarás haciendo el ridículo en algún momento, así que recuerda reírte de ti mismo e intenta no tomarte demasiado en serio.